Hola mamas! las saludamos y les agradecemos que sigan leyendo nuestro blog, en esta ocasión hablaremos acerca de cuando debemos quitarles el pañal a nuestros hijos? aquí vamos a conocer y a saber cuando es el mejor momento.
Los niños pueden dejar los pañales cuando están maduros para hacerlo, biológica, psicológica y afectivamente. Por lo cual se toma un período entre los 2 y 3 años como un parámetro estadístico y una referencia. Ya que cada niño y sus circunstancias son particulares y se desenvuelve dentro de un entorno sociocultural que lo determina. Un niño controla esfínteres, deja los pañales, cuando él retiene y deposita su pis y su popo cuándo y dónde desee y no cuando y donde le indiquen. Por lo tanto hay que esperar su propio tiempo.
Los niños van dando señales a medida que recorren el proceso que los lleva al control.
Por lo general comienzan diciendo PIS PIS... cuando ya se hicieron. Este primer indicio es muy importante ya que es una manifestación acerca de su incomodidad, que nos dice que algo ha cambiado, que ha evolucionado. Ahora no es todo lo mismo, su cuerpo, el pañal, la popo, son cosas diferentes y el niño percibe su piel como límite y su popo, en el pañal, como el afuera.
El indicio siguiente más probable es que lo veamos quedarse quieto, su cuerpo crispado, tenso y diciendo PIS - PIS o CACA - CACA - POPO mientras se hace en el pañal.
El paso que sigue es que nos avisa y al llegar al baño aún no hizo en el pañal.
En estos momentos que hemos simplificado, para poder visualizarlos mejor y puedan servir como una pequeña guía orientativa, es sumamente importante la actitud del que acompaña o de los que acompañan a este niño en su vida diaria.
Todos los aspectos del desarrollo de cada niño están relacionados entre sí y es muy importante que conozcamos esto. Entonces debemos saber que mirarlo a los ojos es parte fundante en la construcción de su YO, como lo es acariciarlo suavemente, transportarlo, manipularlo con delicadeza y seguridad y hablarle en relación a lo que sucede o va a suceder. Son todas actitudes y acciones que sostienen al niño y van acompañándolo y facilitándole la formación de sus propios límites como persona psíquica y física. Esto es esencial para formar el lugar, el continente, el "envase" donde luego el pueda guardar sus producciones como el pis o la popo. En síntesis hay que responder a sus demandas en tiempo y forma, registrar sus avisos y poner en palabras lo sucedido.
A continuación explicamos cuatro etapas que el niño irá experimentando y cómo se lo debe acompañar en cada una de ellas:
1- Si ya se ha hecho en el pañal le decimos que ha hecho pis o caca y que podemos o puede ir solito en busca del pañal y disponer las cosas juntos para cambiarse/lo. Es importante que este momento sea de a dos y no hacerlo como si fuera un simple "paquetito".
2- Si nos damos cuenta por su actitud que está haciendo, ya que no siempre lo dice, lo miramos y también hacemos referencia... "Juan, María, ¿estás haciendo pis o caca? Bueno... ¿Quérés que cambiemos el pañal? Se debe decir con naturalidad y sin presiones ni comentarios como ¡UYY, casi llegás!...
3- Cuando avise y llegue al baño con su pañal limpio, simplemente le decimos "¿vas a hacer pis o popo?" y lo ayudamos en la medida que nos pide. No lo abrumemos ni atropellemos haciendo todo por él.
4- Finalmente podemos observar cuando se despierta por la mañana con su pañal seco por varios días seguidos y durante el día él ya está avisando, éste será el momento propicio para cambiar juntos el pañal por ropa interior . Habrá sido un proceso natural y relajado vivenciado como un logro donde en un ambiente calmo y contenedor ha acompañado a un hito importante en su desarrollo.
Un niño que recorre su propio camino y va sintiendo sus necesidades, incomodidades y sensaciones, es un niño que va a pedir o avisar que quiere ir al baño. No es bueno preguntarle porque provocamos una situación de dependencia, donde el niño se desentiende de sus vivencias internas y deja el control en manos del adulto que acompaña. Esto generalmente también se desplaza a otros aspectos o necesidades, porque muchas veces hay un adulto muy ansioso que hace, interviene, digita, da, antes de que el niño demande.
Sí podemos preguntarle, si quiere ir al baño cuando lo vemos en actitud y entonces lo que estamos haciendo es poner en palabras lo que le sucede, la situación, le ponemos un nombre a lo que le pasa en ese mismo momento.
Bajo ningún concepto se debe retar o afligir a un niño porque no ha podido controlar su necesidad de evacuar. Deberíamos repasar lo antes mencionado y fijarnos qué puede estar sucediendo desde los adultos y desde el niño.
Tampoco. Sí, debemos estar atentos y acompañarlo, recordándole que si necesita algún tipo de ayuda puede contar con su mamá o papá o quien lo cuide. Debemos tener presente que es un momento de intimidad y no de fiesta y debe ser tomado con naturalidad.