¿Cómo están? Ya sé que he tenido muy, muy abandonado mi blog.
Pero que les cuento, pues desde el último post he tenido menos tiempo, ya sabrán con mis dos hijos que ahora tienen casi 3 y 4 años. Que rápido pasa el tiempo verdad!.
En este tiempo que no he podido escribir, me ha tocado ver varias cosas que me han parecido importante.
Uno de ellos y con el que vamos a empezar, es el famoso "Los terribles 2"
Durante su segundo año de vida, comprobarás rápidamente cómo tu hijo se vuelve más inquieto y su comportamiento resulta imprevisible. Aún no comprende las reglas de la vida en sociedad y se cree que puede hacer lo que le dé la gana, ¿apoco no?
Seguro que más de un día, jugando con él en el parque, has tenido que pedir perdón a más de un padre porque tu peque le ha robado la pelota a un niño, después ha empujado a otro para subirse él primero en los columpios y, para terminar la magnífica tarde, ha hecho un berrinche tremendo cuando no ha podido jugar con un triciclo ajeno. Tienes que entender por qué se comporta así. No es que tu hijo sea malo, es que está descubriendo el mundo. Es egocéntrico y posesivo y tiene una idea muy limitada de lo que está bien y lo que está mal. No se comporta mal deliberadamente, sino que actúa según sus impulsos.
Por eso, debes enseñarle unas normas y hacerle ver que si quiere que otro niño le preste un juguete, la mejor manera de conseguirlo no es liarse a empujones con él.
Ayúdale a superar sus frustraciones
- Marca límites. Todos los niños necesitan seguir una serie de reglas para sentirse seguros. Si no se las marcas tú, se volverá insufrible. No puedes permitir que haga lo que se le antoje. Antes de ir al parque, explícale 3 o 4 normas sencillas que deberá cumplir: no pegar a otros niños, no colarse en la fila del tobogán, no quitar ningún juguete…
-Llévale sus juguetes favoritos al parque, así habrá menos opciones de que quiera los de los demás. (Aunque ya se sabe cómo son los niños, siempre quieren lo que ellos no tienen.
- Ayúdale a controlar su agresividad. Hazle ver que cuando pega o empuja a otro niño, le hace daño y también te hace sufrir a ti. Para él, decepcionarte es lo peor que le puede pasar a sus 2 años, por lo que si ve que eso te entristece, intentará no volver a repetirlo.
- Intenta asimismo ponerte en su lugar cuando le veas enfadado o descontento porque no ha logrado lo que quería. Si le ves llorar porque no se ha podido subir al columpio, consuélalo y busca una alternativa. “Mira, sé que querías montarte pero ahora está este niño y hay que dejarle también jugar a él. Mientras tanto, podemos ir al tobogán, que está vacío en este momento”.
- Cuando veas que tu hijo le roba un juguete a otro niño, quítaselo de las manos, devuélveselo a su dueño y explícale lo siguiente: “Si quieres jugar con el camión rojo de este niño, a cambio tienes que ofrecerle otro juguete, por ejemplo tu nueva pelota azul. ¿A que a ti no te gustaría que te quitaran algo con lo que estuvieras jugando? Tampoco debes hacerlo tú”.
- Nunca le grites ni le castigues o le hagas lo mismo que él ha hecho (empujarle, quitarle un juguete suyo…). A pesar de los progresos que tu pequeño ha hecho desde que nació, no debes olvidar que aún es un bebé y, por lo tanto, necesita aprender a comportarse correctamente.
- Si a pesar de todo llega un momento que comienza una de sus pataletas y no hay forma de calmarlo, regresen a casa. Así verá que lo único que consigue con sus berrinches es quedarse sin diversión.